Olivia Hudson Life Coaching LLC

View Original

Recordatorios. #1

Encontré la siguiente pieza mientras organizaba mis documentos de Google en mi computadora para prepararme para este proyecto. Encontre algo que escribi en 2019. Creo que es la manera perfecta de comenzar mis recuerdos. Originalmente planeé publicar un libro llamado Obra Maetra,... pronto verán por qué. Ahora veo que no se suponía que fuera el título de un libro, sino el primer Recordatorio para recordarme cosas que tiendo a olvidar de las maneras en que trabaja Dios y para compartir con mis leyentes.

Obra Maestra (escrita en 2019)

“Sin embargo, como está escrito: Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman."  1 Corintios 2: 9 NVI

Durante uno de los momentos más difíciles de mi vida, mientras compartía con mi Life-Coach, Dave Mitchell, lo difícil que era lidiar con lo que estaba pasando, hice un comentario. Le que dije usualmente pienso en blanco y negro, y que por eso era difícil manejar la situación que estaba enfrentando por que nada era claro. Yo estoy consciente de que pensar de esa manera no es siempre sano y puede causar dificultad en navegar situaciones que se presentaban con flexibilidad. Su respuesta me permitió replantear mis pensamientos: "Tienes razón me dijo Dave: el pensamiento en blanco y negro no es siempre útil. El blanco y negro son colores, pero no los únicos que existen, hay otros colores ". Me animó a visualizar la vida como una caja de colores. Al escucharlo, recorde la frase de la película Forrest Gump, "La vida es como una caja de chocolate, nunca sabes lo que vas a conseguir."

Hace años, cuando vi esa película, esa declaración sonaba muy poética. En mi conversación con Dave, considerando lo que estaba viviendo, esa declaración o algo por el estilo creaban sentimientos de miedo, ansiedad e incluso algo de pánico. 

No saber lo que voy a conseguir puede a veces crear mi miedo. No me gusta lo desconocido. Por lo tanto, no es fácil para mí tomar riesgos. Prefiero hacer lo que sé que funcionará. Pedir la misma comida cuando salgo a comer, ir a los mismos restaurantes, tratar de evitar ciertas conversaciones, usar el mismo esmalte de uñas, hacer los mismos viajes de vacaciones y mantener mi casa con el mismo estilo. La lista puede seguir. 

Aunque he crecido en abrazar lo desconocido gracias al amor de Dios y las personas que ha puesto en mi vida para ayudarme a crecer en esta área, lo desconocido todavía puede ser difícil. Me ayuda recordar que cada camino desconocido por mi es conocido por Dios, lo que me da paz. 

Así que pueden imaginarse que, durante uno de los momentos más difíciles de mi vida, escuchar que la vida es como una caja de colores no fue reconfortante. A medida que avanzaba la charla, su explicación me trajo paz.  Procesamos su comentario juntos, lo que me ayudó a recordar que mi aprensión por lo desconocido era normal pero yo puedo decidir qué hacer con esos sentimientos. 

Dave habló sobre cómo una pintura, no importa lo raro que parezca, es única y tiene una historia. En la mente del artista fluían pensamientos que provocaron una pintura. Cada color de esa pintura tiene un lugar y un propósito. El pintor termina creando una obra de arte. Luego me preguntó, ¿qué pasaría si mirara mi vida de esa manera, que todo lo que sucede en mi vida es un color que Dios está usando para crear la historia de mi vida? Asi terminó nuestra sesión de coaching esa tarde, pero sus palabras me dieron una nueva perspectiva y algo en qué pensar. 

Durante el día, mientras procesaba nuestra conversación, recordé el día en que vi por primera vez un bolígrafo multicolor. En mis manos tenía una herramienta que le iba a dar vida a lo que escribía. Usaría diferentes colores al escribir. Pensar en ese momento trae alegría a mi corazón. Cuando tuve la oportunidad de tener mi propio bolígrafo y empece a escribir al hacerlo, no sé por qué elegí los colores que elegí en esos momentos, solo sabía que se veían bien en las palabras que estaba escribiendo. Todavía recuerdo lo coloridas que se volvieron las cosas que escribía con ese bolígrafo. Poder escribir con otros colores afuera de negro o azul, o subrayar palabras con un color diferente al rojo me llenaba de gozo. En mi mente recuerdo la niña feliz que escribía. Mi escritura cobró vida. Me encantaba escribir y con este nuevo bolígrafo, me encantó aún más. 

Este recuerdo me dio un momento AH-HA de la charla con Dave: yo soy como un bolígrafo multicolor. Dios usa los colores en mí para contar una historia. Mi historia. Él colocó en mí el color exacto de la tinta que necesitaba mientras coloreaba lo que ya había diseñado. 

Mis colores representan una alegría que apenas puedo describir, una risa que apenas puedo contener, un dolor que es tan insoportable en el momento que apenas puedo respirar, pensar o sentir, un coraje que no creía tener, una visión que me conmovió hasta las lágrimas o me hizo temblar, un deseo de justicia, un miedo que me movió a la acción, un dolor que abruma mi alma, una sensación de alegría que produce paz, una serenidad sobre las cosas que no podía controlar, una paz que trasciende todo entendimiento, una lealtad en medio de la duda, un amor que no puedo expresar con palabras y una confianza en Aquel que me creó.

Encontré la belleza en pensar en blanco y negro, pero me había olvidado de ver la belleza en todos los otros colores. Encontré mi imaginación fluyendo y me preguntaba, ¿qué pasaría si en lugar de dejar los otros colores en la caja de colores, se los diera a Dios libremente para que Él pueda usarlos para Su gloria? Imagino lo emocionado que estará Dios, no tendrá que discutir conmigo o humillarme para poder usar los colores de mi vida. ¿Qué pasaría si mirara mi vida en colores y dijera:

Blanco y negro - seguridad y protección.

Rojo - mis convicciones.

Azul - las cosas en las que he trabajado en mi vida.

Naranja - Mis desilusiones.

Verde - Lo que lo hace feliz. 

Púrpura - Mi risa. 

Rosa - mis penas.

Amarillo - mis frustraciones.

Chocolate - mi matrimonio. 

Gris - lo que he aprendido en la crianza de los hijos. 

Plata - lo que he aprendido en mi matrimonio.

La lista continúa .... En lugar de tener miedo a lo desconocido, estaré emocionada. Emocionada por ver el resultado. 

La Biblia dice en 1 Corintios 2:11 NVI: "En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios.". 

Dios conoce sus pensamientos, él sabe lo que está pintando. A veces, me deja ver un poco del proceso para recordarme que todavía está trabajando. No me corresponde a mí asumir cómo se verá la pintura cuando esté completa. El vislumbre es para que me maraville de los detalles, no para tratar de encontrar respuestas en ellos; es para mí sonreír mientras espero, no es para estar triste cuando no lo entiendo. Es para recordarme que todavía está pintando, no es para que yo asuma que ya ha terminado. 

Mi hijo Gabriel dibuja. Me encanta cuando me permite vislumbrar el proceso de su dibujo (es un honor cuando me deja porque él prefiere que nadie mire por encima de su hombro cuando está dibujando). Siempre me impresiona el resultado final cuando me lo enseña. Si estuviera limitado en los colores que podría usar, estaría limitado en lo que podría crear.

Jeremías 29:11 dice: "Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza."

En medio del dolor, esta escritura me recuerda que es difícil tener serenidad y paz en medio de las tormentas cuando me enfoco en los trazos de pintura en vez del "Artista" quien puedo confiar siempre hace una hermosa obra. 

Dios ya dibujó la Obra Maestra de mi vida. Me está usando para llenarla de colores. Soy un bolígrafo multicolor lleno de la tinta exacta para darle color a su obra. Al estar completada tiene el propósito de representar Su gloria y mostrar su habilidad y excelencia como Artista. Un día me sentaré a sus pies y, como un niño, diré: `Padre, cuéntame la historia de este cuadro que se llama Mi vida. Dime padre, ¿por qué usaste esos colores? ¿Cómo le dieron vida a la pintura? Dime Padre, ¿cómo mi dolor, logros, contratiempos, alegría, etc. agregaron belleza a este retrato? ”

A medida que la vida sigue su curso, cuando me concentro en una sola pincelada: si la circunstancia es difícil, me vuelvo desesperada, controladora y manipuladora porque supongo que yo sé exactamente a dónde va esta obra, y no me gusta. Cuando me concentro en el hecho de que habrán muchas pinceladas, y cada una forma parte de un panorama más amplio, estoy en paz. 

Es mi deseo recordar que los trazos, pinceladas de mi vida que veo son sólo un vislumbre de una hermosa pintura llamada mi vida. Puede que no parezca hermosa por ratos, pero al final lo será. 

La obra maestra de Jesús cuenta una hermosa historia de cómo yo, una pecadora, puedo tener una relación con el Creador del mundo, el Autor de la vida. Sin tener el panorama más amplio de la vida y el propósito de Jesús, fuera fácil ver algunas pinceladas y concluir que su historia terminaría en tragedia. Dios me muestra a través de Jesús, que debo creer, porque incluso en los momentos más oscuros, está creando una obra maestra.  

Deseo entregarme a Dios, dándole acceso a todos los colores de mi vida. Él hace su mejor trabajo cuando no atesoro los colores, pero se los entrego libremente. A veces me asusta tomar ese paso. Es más fácil darle solo el color blanco y negro, pero aferrada de Dios decido por caminar en fe, completamente segura de que Él entregará una pintura increíble. La parte difícil es esperar. Espera mientras todavía está pintando.

Entonces, en lugar de ver la vida como una caja de chocolates, y no sé qué me voy a conseguir; puedo decidir ver la vida como una caja de colores y sé lo que voy a conseguir. Obtendré una pintura hermosa, una obra maestra del artista de mi vida. Algún día todo tendrá sentido. Espero ese día. 

Para concluir un excerpto del final de una oración que escribí el 27 de octubre de 2009. 

“Rezo para trabajar en mi sueño de escribir para poder animar a otros de la forma en que tú (Dios) alientas mis pensamientos” 

Verdaderamente Dios es un artista increíble, sus pasos para completar una obra maestra de mi vida no son blancos y negros como a veces puedo pensar, en realidad están llenos de muchos colores que me dejarán sin palabras cuando decido poner mi confianza Él.