Recordatorio #42

“Gracias por la lectura de hoy y el recordatorio de que tú (Dios) esperas que use mi don. Lo uso, pero necesito ser más intencional al usarlo. Rezo para no dudar cuando me guíes o me pidas que use el don con que bendijiste. También te doy gracias Dios por recordarme que no importa lo lejos que llegue en la vida, no jactarme de mis logros sino recordar que todo viene de ti.” Escrito el 16 de abril de 2019.

Cuando me convertí en cristiana, las cosas eran simples. No tenía categorías de cómo imitar a Jesús; todo estaba bajo el paraguas de Jesús siendo Señor de mi vida, hacia todo lo que dice la Biblia. No se trataba de si estaba usando o no mis regalos, o si vivía sacrificadamente. La abnegación fue la forma en que me comprometí a vivir. Seguía lo que Dios dejó en claro que tenía que hacer a través de su palabra sin importar cómo me sintiera. Eso me ayudó a mantenerme enfocada en que Jesús es el Señor de mi vida, en ese entonces y ahora.

Un día Dios me llevó de viaje. Creo que él sabía que antes de que realmente pudiera mostrarme lo que puede hacer a través de mí, primero necesitaba tener claro que cualquier cosa que hiciera era por su poder. En mi libro, “Cuidando la niña dentro de mi”,  comparto sobre ese viaje. En ese viaje, Dios reveló características de la pequeña Olivia que fueron enterradas. En ese viaje aprendí que tenía dones. Sabía que los tenía, simplemente no "sabía" que los tenía. Cuando descubrí los dones que Dios me dio, me di cuenta de que no los estaba usándolos a su completo potencial a su favor. De hecho, todavía no lo estoy haciendo aunque estoy trabajando en eso! Seguiré intentándolo, echándole ganas a usar los dones que Dios me dio intencionalmente para su gloria!

“Dios nos ha dado a todos diferentes capacidades, según lo que él quiso darle a cada uno. Por eso, si Dios nos autoriza para hablar en su nombre, hagámoslo como corresponde a un seguidor de Cristo. Si nos pone a servir a otros, sirvámosles bien. Si nos da la capacidad de enseñar, dediquémonos a enseñar.  Si nos pide animar a los demás, debemos animarlos. Si de compartir nuestros bienes se trata, no seamos tacaños. Si debemos dirigir a los demás, pongamos en ello todo nuestro empeño. Y si nos toca ayudar a los necesitados, hagámoslo con alegría.” Romanos 12:6-8 TLA


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