Recordatorio #35
“...Señor, tú sabes que tengo miedo y que mi miedo no es como el de la mayoría. Tengo miedo porque sé que todo lo que te traerá gloria está destinado a ser grande. Mi temor es: ¿estoy lista para ser usada a una mayor capacidad?...” Escrito el 9 de septiembre de 2016.
Antes de escribir el extracto que leíste, le estaba diciendo a Dios lo poco calificada que me sientia para crear lecciones para un taller de fin de semana para un retiro de Mujeres de Habla Hispana.
Al leer la oración que escribí, recordé que no tenía miedo de fallar. Estaba segura de que todo lo que Dios había planeado para ese fin de semana sería bueno porque sería para su gloria. Mi temor era si yo era la persona adecuada para dar el taller.
Jonás trató de huir de hacer su parte en el plan de Dios para salvar al pueblo de Nínive. Ester trató de “escapar” de hacer su parte en el plan de Dios, para salvar a todos los judíos. Moisés trató de huir de hacer su parte en el plan de Dios para liberar a los israelitas.
Jesús nos muestra qué hacer en lugar de huir. Él nos muestra que la clave es rendirse. Jesús se rindió al plan de Dios para salvar el alma de la humanidad.
Mientras escribo esto, no puedo dejar de pensar en cómo había tratado de huir de hacer mi parte para el retiro donde Dios les recordó a 400 mujeres de una manera mágica que él las ve.
Dios hizo cosas asombrosas durante y después de ese retiro. Cada vez que pienso en ello, me parece imposible, lo que hubiera sido, sin Dios.
No sé a dónde se supone que debo ir con este recordatorio. Tal vez todo lo que Dios quiere es que me acuerde de no tener miedo cuando me llame a hacer mi parte. No puedo ver el panorama completo, ¡ÉL PUEDE!
“Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios.' 1 Corintios 2:11 NVI LBLA