El valor en tener el enfoque correcto.

En Julio fui al parque para perros con mi hijo y su cachorro. Sí, me divertí, pero eso no es lo que quiero compartir. Hay una verdad que recordé que a veces puedo olvidar. Me encanta cómo, al vivir la vida, Dios usa mis circunstancias para recordarme las verdades que le dan a mi corazón el aliento que necesito para seguir adelante. Tuve otra de esas lecciones y para mi es un placer compartirlas contigo.

En el parque de perros corrían por todas partes perros de todo tamaño. Había perros llenos de energía y perros tranquilitos. Esta no era la primera vez en un parque para perros. He estado en uno muchas veces con mi perro Peace. Lo he llevado para que pueda socializarse con otros perros, sabía que era bueno para él. 

Lamentablemente, a Peace le mordieron cuando era un cachorro y desde ese entonces no le gustan los otros perros, le toma un tiempo acostumbrarse a ellos. Lo gracioso es que cuando lo saco a pasear, les digo con confianza a otros dueños de perros (mientras el mío gruñe a sus perros): “Está bien, tiene PTSD, pero una vez que se da cuenta de que no necesita temer a su perro, está bien. " Nunca pensé en cómo Peace y yo somos iguales en ese sentido. Cada vez que entro a un parque para perros con Peace, me preparo. Sé que mi trastorno de estrés postraumático se activará, así que me concentro en mi respiración. Aprendí que los perros pueden sentir tu energía, por eso es importante estar tranquila. Necesito mucha calma y paz cuando vaya al parque para perros. Espero que no me muerdan a él o a mí, espero poder manejarlo si se pelea con otro perro. Salgo del parque sintiéndome agotada pero feliz de hacerlo, porque cada vez que lo hago es otra victoria en superar mi miedo a los perros. Si es la primera vez que lees de mi miedo a los perros haz click aquí y podrás leer un poquito de esa historia.

Continuo, mientras visitaba a mi hijo dijo emocionado: "mamá, tenemos que ir al parque para perros, te va a encantar, es tan agradable". Una cosa que me encanta de mis hijos es que olvidan que tengo miedos, a pesar de que todos son muy conscientes, a ellos no les impide pedirme que disfrute la vida con ellos. Sin embargo, son sensibles, constantemente verifican si estoy bien, ya que saben que estoy fuera de mi zona de confort. 

Me preparé mentalmente para que mi miedo a los perros se activara; sin embargo, lo que sucedió a continuación fue un milagro. 

Yo, con una variedad de sentimientos, entré al parque para perros con mi hijo y su cachorro. Fue un milagro todos los sentimientos o el miedo a los otros perros que tenía parecen haber en un instante desaparecido. Estaba tan concentrado en Arlo (es el nombre de mi nieto de cuatro patas) y en lo emocionado que él estaba de estar allí que olvidé que le tenía miedo a los perros. Por primera vez, mi hijo decidió soltarlo en el parque de perros y mi hijo deseaba que yo tuviera esa experiencia con él. ¡Arlo quedó libre! Corrió mucho, chapoteó en el agua (le encanta el agua). Yo hubiese podido verlo jugar en el agua y con los otros perros todo el día. Los perros siguieron entrando en el parque y yo estaba bien. Estaba tan concentrada en la alegría de Arlo que mi miedo a los perros no estaba presente. No puedo esperar a regresar. 

Mientras reflexionaba en esta experiencia, Dios puso la siguiente escritura en mi corazón. La traducción TLA describe perfectamente una comprensión más profunda de Hebreos 12: 2 que me llena de gratitud por Jesús. 

“Pongamos toda nuestra atención en Jesús, pues de él viene nuestra confianza, y es él quien hace que confiemos cada vez más y mejor. Jesús soportó la vergüenza de morir clavado en una cruz porque sabía que, después de tanto sufrimiento, sería muy feliz. Y ahora se ha sentado a la derecha del trono de Dios. " 

Enfocarme en Jesús me permite entrar en cualquier espacio de la vida sin pensar en mis miedos. Al contrario cuando me enfoco en cómo Jesús soportó la vergüenza, el dolor insoportable, la soledad y más mientras estaba en la cruz me da el valor de soportar los momentos difíciles en esta vida. 

Cuando entro en lugares incómodos o incluso aterradores, si me enfoque es Jesús, todo lo que lucha por robarme mi alegría y paz se vuelve pequeño en comparación con Él. 

Así como concentrarme en Arlo, a quien amo, me llevó a disfrutar del parque para perros, concentrarme en Jesús me lleva a soportar la vida llena de gozo.

Si necesita ayuda para tener el enfoque correcto, no dude en ponerse en contacto conmigo para una consulta gratuita.

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