Recordatorio #45

“Es hora de bajar la guardia y confiar en que Dios me protegerá.” Escrito el 18 de abril de 2019. Había tantas cosas sucediendo en ese momento que me llevaron a decirle esas palabras a Dios. Estoy agradecida que Él me ha enseñado que puedo bajar la guardia, no tengo que tener el control. Él me protegerá. 

Estoy tan agradecida de haber hecho a Jesús el Señor y Salvador de mi vida. Estoy agradecida por la Palabra de Dios. Mi vida no es perfecta, pero Dios me guía a través de todo. Me siento movida a reflexionar sobre el Salmo 23.

El Señor es mi pastor, nada me falta. Independientemente de cómo me sienta a veces, tengo todo lo que necesito para vivir un día a la vez, un momento a la vez.

En verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce; me infunde nuevas fuerzas. Me guía por sendas de justicia por amor a su nombre. A pesar de lo que paso, Dios me lleva a aguas tranquilas, dándome tiempo para refrescar mi alma para que no se canse de hacer el bien.

Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. Mientras yo esté en esta tierra, caminaré por valles oscuros. Dios me enseña a no temer lo que voy a enfrentar. Él estará conmigo. Todos los días trabajo en confiar en que me consolará. Si pierdo mi camino, él me ayudará a volver a la normalidad. Él me ayudará a vencer mi incredulidad.

Dispones ante mí un banquete en presencia de mis enemigos. Has ungido con perfume mi cabeza; has llenado mi copa a rebosar. Las innumerables veces que mi copa se desborda me refresca mi corazón.

La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre. A veces es difícil creer que la bondad y el amor de Dios  me siguen cuando los tiempos son difíciles. Sin embargo, ¡Estoy agradecida por las muchas maneras en que Dios me recuerda que lo hace!

¡Alabado sea el Señor! Gracias por leer.


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