Recordatorio #49
“Oro para que Cory y yo recordemos que Jesús es el Señor y Salvador de nuestras vidas, y les recordemos a aquellos con quienes pasamos tiempo que la respuesta a nuestros problemas es vivir nuestras vidas con Jesús como Señor y Salvador… Gracias (Dios) por recordarme que eres tú quien conduce a mí, a mi esposo y a los que te sirven en una procesión triunfal en Cristo, esparciendo tu fragancia por todas partes a través de nosotros. Esto es tan asombroso. También gracias por recordarme que no soy competente por mi cuenta, pero nos has hecho competentes para instruirnos unos a otros”. Escrito el 28 de abril de 2019.
No recuerdo qué inspiró esta oración. Independientemente, me hizo recordar cosas en mi caminar con Dios puedo fácilmente olvidar. Mientras escribía ese extracto, me vinieron a la mente las siguientes referencias de las Escrituras:
Yo amo al Señor porque él escucha mi voz suplicante. Salmo 116:1
Sin embargo, gracias a Dios que en Cristo siempre nos lleva triunfantes y, por medio de nosotros, esparce por todas partes la fragancia de su conocimiento. 2 Corintios 2:14
No es que nos consideremos competentes en nosotros mismos. Nuestra capacidad viene de Dios. 2 Corintios 3:5
De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza. Romanos 15:4
Después de esto, tengo un recordatorio más para escribir para llegar a 50 recordatorios. Estoy agradecida de que Dios me haya dado cosas para compartir con otros que espero sean tan útiles para mi lector como lo han sido para mí.
Mi objetivo era escribir cincuenta recordatorios antes de cumplir los 50. Dios ha respondido esa oración.
Mi infancia no fue fácil, pero Dios me puso en un camino en el que puedo aceptar mi pasado tal como es y, con mi esposo, tomar decisiones sobre cómo viviré mi futuro. Ha sido bueno leer y regocijarme por las veces que Dios ha respondido a nuestra oración para compartir con otros el Evangelio y participar en la transformación que les ha brindado al elegir hacer de Jesús el Señor y Salvador de sus vidas. Nos usó para esparcir su aroma; incluso en momentos en que nos sentimos débiles, cansados y como si no tuviéramos nada para dar, aun asi nos uso. Puedo decir de corazón que lo que comparto con los demás no es producto de mi propia sabiduría o inteligencia. Mi competencia proviene de la instrucción que Dios me da a través de su Palabra, por eso tengo lecciones que puedo compartir con otros.
He vivido medio siglo. En ese tiempo, veintiséis años los he vivido como cristiana. He aprendido que Dios me protege y me guía; él mantiene mi corazón suave, me lleva al arrepentimiento y mucho más.
Escribir estos recordatorio ha sido una oportunidad para detenerme y reflexionar sobre algunas de las formas en que Dios ha obrado en mi vida y ha sido bueno sentarme y recordar que ¡Él me ve!
“Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Yo seré exaltado entre las naciones! ¡Yo seré enaltecido en la tierra!»… Salmo 46:10
“Aun en la vejez, cuando ya peinen canas, yo seré el mismo, yo los sostendré. Yo los hice, y cuidaré de ustedes; los sostendré y los libraré.”. Isaías 46:4