Recordatorio #21.
A continuación una reflexión que hice el 15 de noviembre de 1998.
“Querido Dios, buenos días, ayer fue realmente un día de convicción. Fui al devocional para discapacitados físicos para apoyar a la mujer a la que discípulo. Pensé que iría allí para apoyarla y tomar algunas notas para ayudarla, pero en lugar de eso, me sentí conmovida y personalmente retada. El hermano habló sobre “ La Perspectiva”. Hizo algunas preguntas muy profundas y me ayudó a ver cómo mi perspectiva cambia la forma en que suceden las cosas. Es como dice la escritura, Vosotros Sois la luz del mundo. Como veas las cosas, así será mi actitud. Vi como muchas veces mi perspectiva no es la mejor por lo que mi actitud apesta.
Este hermano también hizo algunas preguntas que necesito hacerme más a menudo. “Si no me hubiera hecho cristiana, ¿dónde estaría mi vida?”
Padre, usted sabe que a menudo me pregunto eso, nunca para ganar perspectiva; pero solo porque me ayuda a ver a dónde no quiero volver. Si no me hubiera convertido en una discípula, mi vida no sería nada en absoluto. No puedo expresarme con palabras pero lo intentaré. Si no me hubiera hecho cristiana, no habría esperanza en mi vida, para mis hijos, para mi matrimonio. Mi matrimonio sería falso, nunca llamándonos más alto, siempre aferrándonos a los sentimientos, hablando pero sin resolver. Si no me hubiera hecho cristiana, mi matrimonio nunca sería lo que es hoy, real. Aunque me tomó tiempo acostumbrarme, me encanta la forma en que ha crecido en los últimos dos años y medio. Cory y yo tenemos desacuerdos y conflictos, algo que rara vez teníamos antes, los tenemos ahora porque queremos sacar lo mejor de cada uno, queremos que el otro sea lo mejor para ti, mi Dios. Amo al hombre que me diste y sé que nuestro matrimonio durará hasta que nos separemos porque eres parte de nuestras vidas. Es increíble saber que lo que mantiene unido nuestro matrimonio no es un papel que firmamos hace seis años, sino que tú y sólo tú nos mantienes unidos”
Qué refrescante es leer esta oración. Cuando pienso en mi etapa espiritual cuando escribí esa oración, estaba respondiendo tenía dos años de cristiana. Yo estaba feliz. Incluso en los desafíos veía a Dios trabajando. No estaba enfocada en vivir una vida perfecta sino de vivir una vida de arrepentimiento. Independientemente de lo desafiante y agotador que fuera, me encantaba.
Veinticuatro años después me hago la misma pregunta, si no me hubiera convertido en cristiana, ¿dónde estaría mi vida? Mi respuesta: Mi vida será inestable porque no sabría centrarme en el caos de la vida. Estoy agradecida de que Dios me toma de la mano y está conmigo en cada paso del camino.
“ Yo seré su Dios durante toda su vida, hasta que tengan canas por la edad. Yo los hice y cuidaré de ustedes; yo los sostendré y los salvaré.” Isaias 46:4 NTV.
Gracias por leerme. Dios te bendiga.