Recordatorio # 16.
A veces, cuando escucho un sermón o una lección, no es la lección completa lo que me ayuda en medio de la batalla, sino algo que escuchó en medio de tantas cosas dichas lo que crea el cambio mental rápido que necesito.
A continuación lo siguientes son extractos de algunas de las oraciones que leí del cesto de oraciones que use para trabajar en este proyecto. Estas frases me ayudaron mucho en el momento en que las leí. No puedo recordar exactamente el día que escribí este recordatorio. Ojalá pudiera para saber lo que estaba pasando en mi vida en ese momento. Una cosa que sé es que necesito estos recordatorios en este momento, ya que actualmente estoy viendo a alguien que amo pasar por momentos difíciles debido a las decisiones que ha tomado.
¡A Dios sea la gloria!
1- “Mi corazón está pensando, tengo ganas de llorar pero no puedo porque mis emociones están batallando con mi pensamiento.”
Que bueno es para mi recordar que, cuando tengo ganas de llorar porque me siento abrumada, está bien hacerlo. No necesito ignorarme o tratar de ser fuerte. ¡Puedo darme permiso para reconocer que necesito hacer un espacio para sentarme conmigo misma y poder expresar todo lo que tengo en mente ante Dios!
“Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.”. 1 Pedro 5:6-7 NVI.
2- “Quiero tomar la decisión de amar a las personas como enseña la Biblia en Corintios; Sé que últimamente no he hecho eso y necesito arrepentirme. Debo perseverar para que la gente tenga una relación contigo (Dios)” 7 de mayo de 2000.
Qué lindo recordatorio de que la decisión de amar a los demás es algo que tomo una y otra vez porque Jesús me amó. No siempre será natural.
"Nosotros amamos[a] porque él nos amó primero." 1 Juan 4:19 NVI
3- “Dios, aunque oro por las personas no siento que clamo por ellas” 11 de febrero de 1998.
Clamar por los demás es amarlos como Jesús. Llorar por los demás no siempre es un torrente de lágrimas que brota de mis ojos, es una emoción profunda que se produce en mi alma al pensar en lo mucho que esa persona necesita sanar espiritualmente, físicamente, emocionalmente o mentalmente.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!” Lucas 13:34 NVI
¡A Dios sea la gloria!