Valuable
Un día mi esposo y yo salimos a caminar. Mientras caminaba, mi esposo vio una moneda golpeada. Apenas parecía una moneda de veinticinco centavos. Mi esposo dijo; "Esta moneda ha tenido días malos, pero no importa cómo se vea, su valor no ha cambiado". Cogió la moneda y la puso en su bolsillo.
Su comentario me hizo pensar que aunque esa moneda era irreconocible, no perdió su valor. Cuán diferentes serían mis días si recordara eso cada vez que pienso en mi valor como hija de Dios.
Como esa moneda, hemos visto días difíciles en nuestra vida y algunos están en medio de días así al leer esto. Nuestro valor no cambia.
Cuando Jesús fue azotado y crucificado, la Biblia dice que estaba irreconocible. Isaías 52:14 dice que estaba tan desfigurado que ni siquiera parecía humano.
Jesús sabe lo que se siente ser golpeado e irreconocible, pero también sabía que a pesar de su apariencia, su valor no cambió. Él es el Hijo de Dios.
Muchos de nosotros hemos sido "golpeados" en la vida, golpes emocionales o físicos. Hoy quiero animarte a recordar que no importa cómo te “veas”, tu valor espiritual no cambia. Somos hijos del Creador del Universo y eso no cambia.
““En medio de todos nuestros problemas, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó, nos dará la victoria total. Yo estoy seguro de que nada podrá separarnos del amor de Dios: ni la vida ni la muerte, ni los ángeles ni los espíritus, ni lo presente ni lo futuro, ni los poderes del cielo ni los del infierno, ni nada de lo creado por Dios. ¡Nada, absolutamente nada, podrá separarnos del amor que Dios nos ha mostrado por medio de nuestro Señor Jesucristo!” Romanos 8:37-39 TLA
¡A Dios sea la gloria!
La imagen es de la moneda que encontramos.