Pensamiento de hoy. #5

La vida es dura. La vida es complicada. La vida es difícil. He vivido 52 años y eso no ha cambiado. Me imaginé que de bebé sentía lo mismo. Intenté comunicar mis necesidades pero no tenía palabras para expresarlas. Puedo imaginar la frustración y la desesperación. No recuerdo lo que hacían mis padres durante aquellos tiempos cuando yo era un bebé, pero sí recuerdo lo que hice yo. Después de satisfacer todas las necesidades de mis bebes y no podía lograr que se calmaran, canté y bailé con ellos. Lentamente los sentí relajarse y calmarse. Fue agradable porque nos ayudó a ambos. Les ayudó a calmarse y a mí me ayudó a seguir disfrutándolos a pesar de lo cansada que me sentía por haber dormido poco. 

A veces, cuando la vida es difícil, puedo sentirme culpable por hacer cosas que disfruto, especialmente cuando estoy experimentando una pérdida importante. Pero luego recuerdo que en esos momentos es cuando más necesito disfrutar la vida. Como cuando ocurría con mis bebés, a veces necesito levantarme, bailar y cantar. 

Poco después de que mi papá falleciera, me invitaron a una boda. La hija de una amiga mía se casaba y algunos de sus invitados cancelaron. Ella pensó en mí y en mi esposo para llenar dos de esos puestos. Casi dije que no, pero acepté ir. Era exactamente lo que necesitaba. Bailé tanto que fue un escape momentáneo del dolor que llevaba. 

Disfrutar de la vida en medio de las dificultades como lo he dicho tantas veces no es algo natural para mí, pero decidir hacerlo es algo de lo que nunca me arrepiento.

Hay tiempo para todo, a veces hay que sacar el tiempo, incluso el tiempo para bailar o cantar!

“Por tanto, celebro la alegría, pues no hay para el ser humano nada mejor bajo el sol que comer, beber y alegrarse. Solo eso le queda de tanto afanarse en esta vida que Dios le ha dado bajo el sol.” Eclesiastés 8:15




Previous
Previous

Pensamiento de hoy. #6

Next
Next

Pensamiento de hoy #4