Pensamiento del día #11

A veces me hiere una pregunta o un comentario. Esto sucede cuando no esperaba el comentario, el consejo no solicitado, la opinión, etc.

Uno pensaría que pasa más con desconocidos, pero es todo lo contrario. Normalmente son personas que conozco bien y con las que tengo buena relación.

Me pregunto: ¿Por qué? ¿Por qué me ofenden las personas que quiero y respeto? La respuesta es simple: me centro en mí mismo. Me concentro en cómo me siento. Algo dentro de mí se dispara y, en lugar de abordarlo para estar completamente presente en la conversación, me dejo llevar por las emociones que siento y olvido que la persona que tengo delante me importa.

Mientras escribo esto, pienso en lo bien que sería detenerme y decir: "Quiero escucharte, pero creo que algo se me acaba de disparar, dame un momento para abordarlo". Tomar un momento para recordarme a mí mismo que no debo proyectar heridas o traumas del pasado en esta conversación. El resultado de la conversación seria mucho mejor.

En terapia, cuando mis ataques de pánico se disparaban como fuegos artificiales, la terapeuta me aconsejó que parara y me hiciera un par de preguntas: ¿Qué día es hoy y dónde estoy? El objetivo era regresar a la situación presente en lugar de operar desde el pasado.

Cuando opero desde el pasado en mis relaciones actuales, no lucho de forma justa y lastimo a mis seres queridos y a mi con facilidad. Mi esperanza es seguir trabajando en recordar qué día es hoy, dónde estoy y, añadiré, con quién estoy hablando para que mis conversaciones sean siempre como dice Colosenses 4:6 con gracia, sazonada con sal. 

“El que confía en su propio corazón es necio; Mas el que camina en sabiduría será librado.” Proverbios 28:26


Previous
Previous

Pensamiento del día. #11

Next
Next

Pensamiento del día. #9